miércoles, 23 de enero de 2013

Obesidad

LA OBESIDAD CANINA Y FELINA

La obesidad en perros y gatos es uno de los desórdenes nutritivos más frecuentes en estos animales de compañía. Se calcula que entre el 24 y el 40 % de los animales de compañía, sufren este problema.

La obesidad se define como un exceso de peso de más de 20 % del peso ideal del animal y se desarrolla en mascotas cuyo estilo de vida es rutinario y sedentario. Suelen tener acceso a alimentos y a golosinas muy apetecibles para ellos pero con densidad energética muy elevada. Y nosotros somos propensos a sobrealimentar al animal y darle pequeños caprichos a deshoras.

Puede haber otro tipo de causas que produzcan esta enfermedad, así como son numerosos los factores que influyen en este desequilibrio (la edad del perro, la raza, el sexo, la castración, los desequilibrios hormonales...) pero la más importante es la ingestión excesiva de calorías (que va más allá de las necesarias para las exigencias energéticas diarias, haciendo que éstas se almacenen en forma de grasas). También debemos replantearnos otros factores externos como el estilo de vida, el régimen alimenticio o las cantidades de alimento ingeridas.

Obesidad, un problema alimenticio.

La obesidad, con toda seguridad, va a conllevar problemas respiratorios, cardíacos, musculares, articulares y óseos (roturas de ligamentos cruzados, luxación de la rótula, hernias discales, displasias de caderas...), cutáneos, renales, diabetes, y una menor resistencia a las infecciones. De todo esto deducimos, que la obesidad acortará la vida de nuestro compañero tendrá mucha menos calidad.

Si tu perro o gato posee un ligero sobrepeso o está obeso, debes consultar a tu veterinario que le hará un chequeo, buscará las causas eventuales y patológicas, para luego ayudarte a librarte de ese problema, estableciendo un régimen y aconsejándote sobre el modo de vida apropiado para tu él.

Es muy bueno crear una hoja de control nutritivo que indique la fecha, el peso, la naturaleza y la cantidad de alimento. Con esa hoja de control, podrás seguir fácilmente el progreso de tu perro. Pesa al animal cada semana en el mismo momento del día para seguir su evolución. Pero no te preocupes ni te aflijas si la pérdida de peso no es inmediata. El proceso es lento y lleno de subidas y bajadas. Pide consejo a tu veterinario sobre el alimento que hay que darle. La elección del alimento dependerá de su raza, su edad, su actividad física etc.

Cuando tu mascota haya vuelto a su peso ideal, continúa vigilando su peso y pídele consejo a tu veterinario para la elección del alimento de mantenimiento.

En cualquier caso, debes saber que para ellos es más fácil ganar peso que perderlo. Por ello no debes impacientarte si los resultados son lentos o costosos. Piensa que nunca es demasiado tarde para atacar los kilos extra que sobran. Con mucha paciencia y determinación, seguro que conseguiréis bajarlos.

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